Orígen del proyecto
En el año 2000 el propietario de ladrillo CELO-BLOCK de San Salvador (El Salvador) acordó con Beralmar la construcción de una nueva línea de producción automática, que sustituyera la producción con horno Hoffmann.
El proyecto en cuestión constaba de un secador semi-continuo y un horno túnel, todo ello para una producción máxima de 150 tn/día de casi todo tipo de productos cerámicos: bloques, tejas, pavimentos, piezas especiales, etc.
En definitiva, un proyecto atractivo para el principal fabricante del país, con un requisito especial: toda la obra civil tenía que ser diseñado a prueba de terremotos.
Ejecución del proyecto
El proyecto se llevó a cabo sin problemas y la fábrica ha estado funcionando desde el año 2001 cuando se puso en marcha hasta la actualidad.
Un hecho pero tuvo lugar un par de años después de la puesta en marcha de la fábrica, que puso a prueba aquel requisito especial en cuanto a la obra civil: un terremoto de fuerza 6.3 en la escala de Richter con epicentro no muy lejos de San Salvador encontró al Sr. Ramón Vidri, propietario de la cerámica, justamente encima del horno túnel. Según sus propias palabras, "el techo del horno se convirtió en una onda que avanzaba hacia mi posición". Una vez pasada esa onda y habiendo recuperado el horno su posición original (y su forma!), y sobre todo pasado el susto, se procedió a una evaluación de daños: las cimentaciones definidas por el jefe de la oficina técnica de BERALMAR , Artur Massaguer, habían hecho su función ante el seísmo y el horno se encontraba intacto.
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